Es una bella tarde, la brisa acaricia nuestras mejillas, mientras el sol se oculta....
Caminamos entre los frondosos árboles, glorietas, fuentes, donde palmeras, pinos y palos borrachos nos regalan sus agradables formas y aromas.
Comenzamos a escuchar las primeras melodías y así en un instante somos convocados a formar un gran círculo, una ronda, nos tomamos de la mano, sonreímos mutuamente y comienza la magia, la fantasia, el juego, la invitación a...."danzar".
Una Polonesa me transporta a otros lugares, otros tiempos y siento una mano tibia, dulce, amorososa, la de mi madre, giramos en común unión, junto a los otros, nos integramos en cuerpo y espíritu, nos expresamos en un encuentro con la tierra, con nuestro ser interior, por la fuerza del círculo, energía vibrante.
Y viajo a mi infancia, a aquellas rondas...
Porque danzar es también jugar, aceptando las diferencias de cada uno, compartiendo el movimiento, celebrando la vida, sintiéndose en PAZ.
Parque Avellaneda,ciudad de Buenos Aires
Caminamos entre los frondosos árboles, glorietas, fuentes, donde palmeras, pinos y palos borrachos nos regalan sus agradables formas y aromas.
Comenzamos a escuchar las primeras melodías y así en un instante somos convocados a formar un gran círculo, una ronda, nos tomamos de la mano, sonreímos mutuamente y comienza la magia, la fantasia, el juego, la invitación a...."danzar".
Una Polonesa me transporta a otros lugares, otros tiempos y siento una mano tibia, dulce, amorososa, la de mi madre, giramos en común unión, junto a los otros, nos integramos en cuerpo y espíritu, nos expresamos en un encuentro con la tierra, con nuestro ser interior, por la fuerza del círculo, energía vibrante.
Y viajo a mi infancia, a aquellas rondas...
Porque danzar es también jugar, aceptando las diferencias de cada uno, compartiendo el movimiento, celebrando la vida, sintiéndose en PAZ.
Parque Avellaneda,ciudad de Buenos Aires
Gracias, Sandra!!!! Qué hermosa y energizante experiencia para el cuerpo y para el alma.
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